viernes, 20 de marzo de 2009

UN LUGAR BONITO, LEJOS.....

No es Madrid, ni Barcelona, ni Palma... demasiado cerca. 

Tendría que ser Australia, Nueva Zelanda, Japón, Alaska, Siberia, Groenlandia, algún lugar perdido de Mongolia, Tierra de Fuego, qué se yo...

Un sitio con sus doce o catorce horas de vuelo por delante, en dos o tres conexiones. Más otras ocho de autobús o tren, con carreteras impracticables, que se quede bloqueado por la nieve o las lluvias entre seis y ocho meses al año, con poca o nula cobertura para móvil o internet.
Con un cartero para cincuenta aldeas, que llegue en avioneta o lancha una vez cada quince días. 

Un lugar donde se hable un idioma que mis padres jamás pudieran aprender.

No se me ocurre otra forma de independizarme. Parece ser que los yankis simplemente se van de casa y les funciona. Pero las familias mediterráneas necesitamos otro tipo de soluciones. 

Es como si nosotros tuviéramos cordones umbilicales de acero, o al menos en mi caso de muelle, de manera que por muy lejos que crea llegar, tarde o temprano la vida, las necesidades ajenas o mi propia incompetencia para administrar mi vida, me devolvieran bruscamente a la casa familiar, a la habitación azul, a la televisión a todo volumen...

Ya no tengo edad para esto pero sólo es un mes, sólo es un verano, sólo son quince días. Ahora mismo ¿tengo planes mejores? ¿me ha salido alguna otra oportunidad?

Ah no... Madrid está demasiado, demasiado cerca. Barcelona, Teruel, Valencia, Huesca, Palma... lo mismo. Están aquí al lado. No sirve de nada. Hay que hacerlo a lo grande: Australia, Nueva Zelanda, Alaska, Tierra de Fuego.

Un amigo me dijo que Budda había dicho (pero yo no me lo trago):

"Quien se crea iluminado, que vuelva a casa, y viva una semana con sus padres"




No hay comentarios: