miércoles, 25 de marzo de 2009

El Maestro





Ayer estuve en una de las sedes del Círculo de Lectores, no recuerdo cuál, todos estos sitios tienen unos nombres tan largos y a veces tan pedantes... que mi mente soslaya el dato mientras selecciona lo útil, como la dirección:

O'Donnel 10

o la hora:

20.00

Presentaban un número de la revista Turia dedicado a Jose Luis Borau, el director de Furtivos y de Leo, que, si vosotros sois como yo, serán las únicas de sus películas que hayáis visto... para los que no sepan de qué estoy hablando, pos toca bajarse al Ficciones de Tirso de Molina
Ambas pelis son un dramón, pero buenas. Y en la segunda actúa Icíar (Bollaín).

La revista Turia, es un libraco sobre literatura y con literatura que editan en Teruel cada tres meses desde hace 25 años, y cuyo contenido suele ser realmente muy muy bueno, pero que muy bueno. 

Yo me acostumbré a leerla por encima y a veces hasta por los laterales en la Biblioteca Pública de Teruel, cuyos fondos, para estar destinados a una ciudad de sólo 40.000 habitantes, pondrían coloradica a la mismísima Biblioteca del Distrito Centro de Madrid (es decir la de Puerta de Toledo).

Porque esto sí que es verdad: en Teruel se lee. Un montón. A tres libros por semana iba la Mónica, y yo, que siempre he sido una inculta uno y medio o así...
Aparte que la Mónica leía cosas de Universitaria Inteligente, grandes autores, la mayor parte de ellos varones, de avanzada edad, de clase media-alta y con una cara que amargados que tela...

Yo, hija de Torrero y Alcorcón, me zampé todos los tochos de autoayuda y PNL que pude encontrar, y mucho cómic. No me sirvió de gran cosa, pero al menos los autores sonreían en la contraportada que ya es otra cosica. 

.... Estoy pensando que he vuelto muy maña yo ¿eh? Este acento hay que empezar a quitárselo...

A lo que vamos: el acto. 
Una mesa, cinco ponentes.
El director de la revista, el homenajeado, político regional y político local, la firma invitada: Rosa Vergés.
En medio de un respetuoso silencio, la Vergés lee dos folios (por las dos caras) de alabanzas de actores, escritores, directores y académicos de la lengua. 
Todo el mundo quiere a Jose Luis, y muchos grandes cineastas le están agradecidos. Miro a mi alrededor y veo esas caras de "Si, él es exactamente así..." en muchos de los presentes, que asienten y sonríen. 
Y todo es muy bonito, hasta que le toca hablar a D. Jose Luis Borau.

Porque justo en ese momento, fíjate... entran tres pijas estupendas, tipo Marina Castaño, y se saludan entre si, y saludan a otras pijas y pijines, y comentan entre todos lo maravilloso que es Jose Luis, lo bonito que ha quedado el acto, quién ha venido y quién falta por venir, en susurritos mientras Jose Luis habla. 

Y es que falta el Ministro de Cultura osea, pero que ya llega con sus cuatro seguratas (César, no te pido a los cuatro ¿eh? pero mándame a uno de esos a alegrarme la semana!). Pero venga Mary, que hay que sentar al César y comentarlo, y comentarlo con la prensa que inexplicablemente ha dejado de grabar o de tomar notas sobre lo que Jose Luis dice, porque chica:

¿A quién le importa lo que sabe un académico de la RAE, y ex-presidente de la Academia del Cine (lo siento, es que tiene tiene un nombre larguísimo)
En realidad, esto no es un homenaje a su carrera, sino una forma de hacer que la revista salga en los medios ¿no?
Quizá lo fue al principio, cuando surgió la idea, cuando se escribía. Y estoy segura de que había unos cuántos que querían escucharle a él. Pero luego llegaron Los Otros, y ahora mismo lo importante no es de quién estamos hablando sino quién ha venido, a quién conocemos, a quién saludamos y a quién nos pueden presentar hoy. 

Y así es, hijos míos, como entendí a Fernando Fernán Gómez cuando mandaba a todos a la mierda, y ahora se por qué todas estas personas, que se han hecho grandes porque llevan toda la vida trabajando, aborrecen que se hable de ellos y que les hagan homenajes. 

Aunque Don Jose Luis, que parece un tío menos amargado que yo, estaba la mar de contento, oye. Pues vale. Bien está lo que bien acaba. 

Me voy al teatro, que tengo invitaciones. Hasta mañana. 





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