sábado, 24 de mayo de 2008

Dicen. Soy.

Dicen de mi que soy una actriz de carácter.
Me tocaría el personaje de la típica mujer sarcástica que siempre da con el comentario despectivo perfecto para su marido calvo y con la que todas las casadas desean identificarse. 

Dicen de mi que soy fuerte, independiente y valiente. Pero yo me veo callada, reflexiva y sutil. Soy una mujer compleja, contradictoria y profunda. 

Apasionada y apática. 

Emotiva y racional. 

Abierta y honesta en la superficie; y a la vez silenciosa, solitaria y llena de secretos. 


Dicen de mí muchas cosas: que soy igual que mi tía Alicia, que he salido a mi padre, que soy inestable, que sé escuchar, que debería hacer monólogos de comedia... Y yo, que ahora mismo estoy tan perdida, “como vaca sin cencerro”* tan perdida que sólo encuentro una verdad y es que a mi, recuerdo, me gustaba actuar... 


Yo.. escucho.


Escucho a mis amigas decir que han descubierto un libro llamado “Simplifica tu vida”, y que quieren aplicarlo a las amistades... 



Escucho a todo el que me dice que debería teñirme esas canas con los tintes de la Penélope... 

(¿ y qué coño voy a decirles, si tienen razón?)


Escucho el Podcast de Puromac, y ya sé que les encanta el iPhone, pero pesa demasiado para mi bolso y en fin, yo sólo quería aprender a grabarle a mi madre los capítulos de Perdidos y que los pueda ver en el pueblo porque dice que se aburre un montón y que a mi padre le hace mucha ilusión usar el mini dvd que les dieron en el Barclays por suscribir o liquidar no sé qué plan de jubilación... 

Lo siento, cuando llegamos a esta parte había dejado de escuchar. 


Escucho a todo el mundo. Sé hacerlo. Les envuelvo en amor mientras lo hago, tal como aprendí de mis maestros. Se vuelven lúcidos y expresivos y te empiezan a hablar con el corazón. 

Escucho la puta tele. En esta casa está puesta todo el día. Escucho a los Dire Straits


Escucho el silencio, y sigo sin oírme. 


¿Dónde está mi voz?

¿Dónde están Curro, Pancho, Wally... y La Voz de Mi Consciencia? 

La voz que dice (ya sabéis, todos sabemos) ve allí ahora. Esto es lo que tienes que hacer ahora. Quédate quieta ahora y espera. Avanza ahora, en esa dirección. Escucha ahora, ¿ves?, es la Vida que pasa a través de ti...

¿Qué coño voy a deciros? Ya sabéis. Todos sabemos. 

Hace mucho que no La oigo y su silencio me está volviendo loca. Cuando Ella calla, el mundo se convierte en una jaula con su rueda para dar vueltas. Yo soy el hámster. Puedes vivir en siete ciudades y   seguir en el mismo lugar. Dando vueltas hasta la locura. Si Ella calla, no sabes dónde estás ni a dónde vas.

Laura Day me dijo una vez en un foro, que lo bueno de estar perdida es que es estás en un sitio tan desagradable que el deseo de moverte en cualquier dirección se hace intenso, muy intenso, tanto que por fuerza acabas pronto en cualquier otro lugar... y yo, que tengo esta enfermedad compulsiva con las mudanzas (y con escuchar) debí de hacer las maletas y cambiarme de casa, de trabajo o de ciudad.

Pero ahora, (ya lo sé, vosotros ya lo sabíais. ¿qué coño voy a deciros? Pues mirar hij@s mí@s, hay veces en la vida que simplemente no sabes una mierda)... Ahora, decía, entiendo que se refería a las emociones. Y por Dios O Lo Que Sea, yo deseo con todas mis fuerzas estar en otro lugar, en cualquier lugar que no sea La Rueda. 


En fin, lo normal. 


Y veréis, dicen toda esta peña del Positive Think

...

es que siempre que hablo de ellos con ese término “Peña del Positive Think” me imagino una panda de borrachos con camisolas y cachirulos de “El Secreto” dando de beber cerveza de barril a un perro callejero, en un local decorado con pósters de Louise Hay, Deepak Chopra, Hicks-Abraham... y dispuestos a quemar la noche en las fiestas de San Antonio (El Tiemblo, Ávila: 12 de Junio).


¿Por dónde iba? Ah si, dice toda esta ... gente afín al Positive Think que definimos la realidad con nuestras palabras, de manera que si yo escribo un artículo sobre lo perdida que estoy, y me describo en él como una mujer desorientada y confusa, al menos en mi mente, al menos mientras escribo, esto será lo que seré.... y lo que es peor, lo que empezaré a creer y por tanto a crear respecto a mí misma.

Dado que además (bueno esto otro es de “What the Bleep do we Know?”) la realidad externa sería la suma de las definiciones de cada uno de todos nosotros, si hago pública mi idea de Soy Una Mujer Desorientada y  Confusa, los demás me percibirían de esta manera y la suma de sus percepciones, más la mía, terminaría por perpetuarme en esa Forma de Mi, de entre todas las posibilidades existentes.


Igual es un poco denso, voy por una galleta.


Joder, dice el fisio del gimnasio que me sobran quince quilos... cinco de ellos están en dos compartimentos del tren superior y no le sobran a nadie, yo diría que hacían mucha falta, pero en fin: el fisio tiene título y yo sólo soy una pobre actriz desorientada y confusa...

Consideraciones metafísicas aparte, es cierto que basamos una buena parte de nuestra auto-imagen en las definiciones que de nosotros hacen los demás. Durante una parte de mi vida llegué a pensar que las palabras “tú eres...” deberían ser incluidas en el código penal como una forma de agresión.

“Es que tú eres tan graciosa...” 

“Yo creo que tú eres una persona que se calla mucho las cosas...”

“A lo mejor es que eres demasiado perfeccionista...”

“Yo te conozco, yo sé como eres, y sé que a ti esto no te va a gustar”

“Yo te conozco mejor que nadie, y sé que no vas a ser capaz de llegar a nada como actriz...” 



“El test dice que eres superdotada, pero nosotros no estamos seguros de que sea verdad...”

Y la mejor:

“¿Has pensado que podrías ser bipolar? Un amigo mío es bipolar y fue a un naturista y comiendo pescado se le pasó.”




Si... nos dicen cara a cara tantas gilipolleces, que una casi prefiere que las digan a sus espaldas. En La Mirada Crítica y los programas de anas rosas pagan a la gente por decir lo que sea, pero a gritos. Es una buena época para todos los que dicen a la vez que muy jodida para los que escuchan. 

Y en medio de toda esta locura, Eckhart Tolle sugiere que tratemos de observar las cosas como son, huyendo de la definición que les dimos con las palabras. Y todos mis amigos se van por turnos a ese retiro de silencio de diez días en Barcelona... por cierto ¿alguien tiene el correo de esa gente?  Porque yo empiezo a necesitarlo...


Estoy cansada de las palabras.

Quisiera ser elocuente con mi presencia, como el viento.

El cine era mudo por una buena razón...

Y las palabras “Tú eres...” sólo deberían utilizarse junto a “preciosa”, como hacía Toño, y sólo (como hacía Toño), mientras me quitaba la ropa.

¿Y sabéis qué? He decidido que tenía razón. Muchas veces Soy Preciosa.



O ¿qué?


****

Si deseas profundizar en el tema,  "Eres" de Vicente Villanueva, un corto genial.  

 http://www.youtube.com/watch?v=h6EHiRTT1Vo


* "Como vaca sin cencerro" : Pedro Almodóvar - La Flor de Mi Secreto

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