El jodío Spotify se empeña en compartir mis archivos del iTunes.
Ay Spoty, Spoty!
¿no entiendes que entre esos archivos están los vídeos caseros de Nochevieja? ¿la tía Lola y mi madrina con la risa floja, achispadas tras varios "culines" de sidra? ¿Papá empeñado en contarnos OTRA VEZ por dónde entraba el abuelo a trabajar en las turbinas del embalse?
Son cosas privadas y las compartiré si quiero.
Y si me he comprado un disco de infumables cantos tibetanos a 6 euros en un mercadillo, o me he tomado la molestia de pasar a digital los cassettes del instituto titulados "Mezclas Depeche Mode 1" para probar el Audacity, o hace mil años me bajé una de Bisbal, por quien no doy un duro, que yo soy de Chenoa, Spoty: NO ES ASUNTO TUYO.
Sólo eres un programa alojado en mi portátil y si vuelves a fisgonear en mi iTunes, te borraré.
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