En este mes de Idealista y Fotocasa, entre un sitio y otro y con la maleta a cuestas, sin saber si darme de alta en un gimnasio en Madrid, en Zaragoza o en Mallorca, o si liarme la manta a la cabeza y largarme de España porque la verdad: me aburro....
Me ha pasado algo que sólo me pasa cuando estoy hundida: me he enganchado a un reallity. No es Gran Hermano, porque realmente yo no estoy enganchada a Gran Hermano, sino al Blog del Gato, y tampoco demasiado, porque no consigo odiar o amar a ninguno de los concursantes.
Y de todas formas, no me pongáis esas caras. Todos los que hayáis trabajado en oficinas sabréis lo útil que puede ser hablar de Gran Hermano en el ratito del desayuno, que siempre es mejor criticar a los concursantes que a tus compañeros de trabajo, desde luego menos peligroso.
Es por esto que los hombres no lo hacen, ellos hablan de fútbol y siempre caen bien: les ascienden.
Pero para hablar de fútbol tienes que saber de fútbol, algo, lo que sea. Y sinceramente, es que son 22 equipos en la liga, con sus 22 jugadores cada uno... hay gente que hasta se conoce a los árbitros ¡por el amor de dios! ¿quién tiene tiempo para todo eso? Con la de libros que me quedan por leer...
En cambio, en la Casa de Guadalix, sólo son doce o catorce, la verdad no me acuerdo. El hecho es que luego se hace más fácil porque los van echando y cada vez quedan menos. Por cierto me pregunto cómo funcionaría la Liga española si a los hinchas les dejaran nominar.
Así que, si no sabes de fútbol y has quedado con el mejor amigo de tu novio y su mujer, y no te atreves a abrir la boca para que no te tachen de rara (como siempre)... Gran Hermano supone no una tabla salvavidas, un precioso velero blanco que puede transportarte del "Yo creo que esta tía no le pega nada" al "Es una chica super maja, se ve que lo quiere un montón" en menos de una hora.
Pero yo, repito, no estoy enganchada a Gran Hermano, sino a Mujeres y Hombres y Viceversa (en youtube MYHYV que esto de las siglas es lo que priva ahora), o más concretamente a las tribulaciones de Efrén.
Una tarde tras otra, después de la siesta, a la vuelta de ver un piso o a punto de irme a ver otro me siento ante la tele y me concedo media hora de telebasura de calidad a cargo de una experta en la materia : Emma García, que por cierto siempre me ha caído bien porque se parece mucho a mi amiga Laura, a pesar de los comentarios negativos sobre su carácter que me han llegado a través de compañeros. Emma, no me importa. Yo creo que eres maja.
Todas las tardes me siento esperando que alguna de las pretendientas tenga un rasgo de sensatez y deje plantado a este muy cuestionable príncipe azul, porque francamente yo no entiendo nada.
La ausencia de emociones y sentimientos reales es tan evidente... resulta tan obvio que los participantes intentan abrirse un hueco como comentaristas de la cadena, modelos, actores o viceversa que simplemente no entiendo nada!
Ninguno de los comentaristas o los supuestos expertos en amor que asesoran al tronista, parece ser con sinceridad, habla sobre el hecho manifiesto de que a Efrén no le interesa ninguna y yo no entiendo nada!
Yo, que soy una mujer aparentemente extrovertida pero llena de secretos, no puedo entender una cita grabada con cámara (y operario tras ella), si no la sustenta un guión o unas pautas básicas sobre tu personaje. Me sorprende que haya alguien que pueda enamorarse en un entorno así, y si lo hay, desconfiaría de su salud mental porque no entiendo nada...
Por último, que se denomine romántico a un encuentro a tres donde el tío que al que supuestamente le gustas se dedica a deshojar una margarita por ti, y otra por tu rival allí presente repitiendo un pétalo detrás de otro las palabras "Me amas, no me amas, me amas, no me amas... " o pretenden hacer tiempo para llenar más programas o yo no entiendo nada.
Que una mujer, hoy en día, voluntariamente, se preste a vestirse de novia en televisión para insinuar a un hombre que está preparada para casarse : con él, sin que entre las citas filmadas y la boda haya mediado siquiera un miserable refregón en los pasillos o en un baño... me resulta difícil de creer...
Que lo hagan cuatro es imposible... o hay dinero de por medio, o yo no entiendo nada.
Para mi el amor... es la letra de "Mar el Poder del Mar" (Facto Delafé y las Flores Azules) y no encuentro ni rastro de esas sensaciones en ninguno de los participantes.
Y en resumidas cuentas, y como muy bien dijo la Yoli: "Me he acabao enganchando a esto tia, porque no entiendo nada".
Una forma curiosa de ganar audiencia: por el estupor.
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