jueves, 12 de agosto de 2010

Moonlight319

Nos han prometido una tormenta en Mallorca que no acaba de llegar.

La luz está quemada, como si hubiéramos abierto el obturador.
Respiramos agua desde hace días.
Estamos todos hartos, mucho... haaaaaaartos.... pero al fin, llegó el viento.


- ¿Por qué vuelan las hojas mami?- pregunta Aaron, de tres años.
- Porque hay mucho aire.
- Pues yo no quiero.... voy jugar con esa niña... pero ella no quiere jugar conmigo.
- No cariño, es que es italiana y no te entiende...

Hay un olmo en el centro de la plaza.

¿Cuántos años llevará allí?
¿Cuántos había antes de llegar el cemento?
¿Por qué se ha salvado precisamente él? 


El viento me entrega otra hoja, la luz ha cambiado a violeta y toda la plaza parece irreal.

Estoy aturdida, como si algo mayor nos dominara y es el árbol, que me llama.
Su tronco suave dice: "ven, qué quieres? te escucho y te lo daré".

En la plaza somos muchos, pero sólo él estaba antes del cemento.

Él me escucha a mi, y a él le escuchan las estrellas así que voy y le susurro que estoy... que me siento... que busco y me hace falta... que extraño... en fin, que quiero que llueva ya.

Me voy a casa a escuchar a Moonlight319. De camino paso por el puerto.
El viento no se siente. Las nubes no parecen gran cosa.
Todo es simplemente gris.

Pero el agua está oscura,
turbia,

a punto de elevarse en remolinos sembrando el caos, igual que yo.

El mar está nublado y también mi corazón.

martes, 3 de agosto de 2010

Bubalons Toys

Un amigo de una amiga que estuvo estudiando en Ghana me contó que allí a todos los europeos, yankis y resto de parentela nos llaman Bubalons o Babalons... (demasiada cerveza aquella noche)... y que denominan a nuestros móviles, portátiles, mp-cosas y demás parentela "Bubalons' toys", sin perder tiempo especificando cuántos gigas o cilindros tiene el juguete en cuestión.
Hay tanta sabiduría en la definición que no encuentro nada que añadir.

Pienso en estas cosas porque acaba de salir el Bubalon Toy por excelencia
                                              
                                                   el iPhone 4 

libre, bueno, libre, lo que se dice libre... va a ser que no, pero está liberado de Telefónica que se agradece, porque son los malos (perdona Conchi)... y ahora los pobres podremos tener un iPhone porque ya admiten tarjetas de Vodafone y Orange (que son los buenos, como los de Apple).

Y yo, que llevo un año guardando puntos y dinero soy una de las afortunadas que puede hacerse con uno. ¡Qué suerte la mía! Ahora puedo decir que mi vida está completa. 

Sólo que de camino, tengo que agenciarme un Netbook, porque resulta que mi Pro resulta demasiado valioso (y pesado) para sacarlo de casa.. ¿de qué te sirve un portátil que no puedes transportar?así que, o bien hacemos un cambio de segmentación con Vodafone, de particulares a autónomos, y con el alta nueva me agencio el Netbook, o vendo mi Mac, y con la pasta me compro dos iPad, que como muy bien dice mi compañero Pedro:
 
- es el mp4 más caro de la historia, y total pa no caberte en un bolsillo...

porque he descubierto que en realidad no necesito tanto y que para lo que hago, con una tableta y un disco duro de 1Tb me apaño la mar de bien, y así de paso le regalo a mi madre el iPad, que le hace mucha ilusión por aquello de las video-conferencias y para ver los capítulos de Perdidos online.

¿Y el iPhone? ¿Y los puntos de Orange? ¿Y tiene algún sentido toda esta mamarrachada? ¿No estoy dando vueltas en mi ruedecita como un buen hamster, buscando un tastarro más del que hacerme responsable, generando más basura, más radiaciones, más absurdas notificaciones del Facebook..? ¿que... qué es todo esto? ¿qué sentido tiene?

Una de las estrategias de márketing de Apple es convertir al usuario en miembro de una especie de club secreto y elitista donde supuestamente todo es mejor, que lo es, desde luego. Ellos que, lo hemos dicho son los buenos, que no subcontratan a nadie, ni prejubilan, que todo lo reciclan y que sólo piensan en ti, lo llaman: "pensar en el Usuario", es decir en mi, esta pequeña Hamster o Bubalon.

Cuánto se lo agradezco, porque hace falta pensar mucho, pero mucho mucho,  para conseguir que un portátil que en su día costó dos talegazos, sea incapaz de entenderse con los discos duros externos del PC City, o con el móvil marca Vegas de mi hermana, y además, como todos los Pro de aluminio tenga una grabadora de cds de mierda, por lo que tampoco estoy segura de poder meterle los drivers, que vienen en un minidisc.

Pero si Mac no necesita drivers...!!!  dirán los puristas, llevándose las manos a la cabeza. Y yo contesto:
- y una poya!
Ya lo creo que le hacen falta, o mejor dicho, le harían, si se tomara la molestia de leerlos. Pero todo el mundo tranquilo porque si reparas los puertos USB te reconoce los dispositivos.
Y vuelvo a decir:
- y una poya!

Pero ¿sabes qué pasa? Que la culpa es mía, porque sólo les he comprado un portátil, creyendo como una gilipollas, que conservaría mi derecho a elegir el móvil, el mp-cosas y el Pioner Tunero que me diera la gana, y resulta que no puedo. Que con el portátil les estaba comprando la necesidad  de un iPhone, de un Nano y de un iTV... 

Así que, aun siendo miembro de una especie de club secreto y elitista donde supuestamente todo es mejor, no puedes hacer lo más elemental: pasarte las fotos del paseo en la playa. 
Pero, claro, esto no te pasaría si tuvieras un iPhone, pequeña Bubalon... ¿y como es esto? ¿aún no lo tienes? No es culpa de Apple, desde luego, ellos son los buenos, con ese logo tan bonito de la manzana... no fueron ellos quienes firmaron contratos de exclusividad con los operadores más agresivos.  Ellos no han disfrutado ni tanto así de todo ese dinero, para nada, que todo lo han dedicado a investigar e investigar hasta dar con un móvil cuya cobertura depende de la forma en que el usuario lo sostiene. Es porque el iPhone 4 es muuuuy intuitivo....

Y precisamente por ser como es, y por haber estado esperándolo sus buenos tres años, me piden cuatrocientos pepinos ... Ayer era una sencilla Bubalon buscando zapatos Unissa en las rebajas y de repente, hoy, tengo un agujero en la cuenta de 400 euros, 1300 puntos menos y ¿perdona?

Eso si,  me regalan la funda de goma con la que, aparte de generar más residuos, se consigue evitar que la cobertura se corte al cambiar de posición...

esto... pero ¿no era un "teléfono"? 

¿"móvil"?

No tia, es un iPhone... y gracias a él todo vuelve a cambiar... OTRA VEZ... y es verdad que algunas cosas han cambiado, como por ejemplo mi nivel de espectación, que ha bajado a menos diez, porque, mis queridos amigos de Apple, esta interminable espera me ha dado la oportunidad de pensar... y la conclusión es muy sencilla.

- Si me quieres vender un teléfono, me lo vendes. Y si no, te lo metes por el culo.

                                                                                                                (sin drivers)

No obstante, en The It Crowd (Los Informáticos) nos enseñan la mejor manera de  conseguir un iPhone: parirlo.